idense postergó para la semana próxima una votación crucial sobre reforma migratoria, en medio de la polémica por más de 2.000 menores separados de sus padres en la frontera, adonde la primera dama Melania Trump realizó el jueves una visita sorpresa.

El viaje de la primera dama, que visitó sonriente y cálida un refugio para niños se dio en medio de las críticas contra su esposo, el presidente Donald Trump, que es acusado de haber provocado las separaciones.

En tanto, en el Congreso en una primera votación los legisladores rechazaron el jueves un proyecto de ley de neto corte conservador y las negociaciones se hundieron antes de la consideración de otro proyecto de ley, de perfil claramente más moderado.

De inmediato, los líderes de las varias tendencias en la bancada del Partido Republicano iniciaron una reunión a puerta cerrada, aparentemente en una tentativa de hallar algún tipo de consenso.

El presidente Trump y varios miembros del gabinete habían repetido como un mantra en las últimas dos semanas que la llave para una solución a la crisis por la separación de familias estaba en el Congreso, que debía aprobar una ley migratoria.

En incontables mensajes y declaraciones, Trump ha responsabilizado directamente a los legisladores del Partido Demócrata, a los que acusó de obstruir una solución, pero las negociaciones se hundieron por divisiones entre los republicanos.

La discusión de una ley de reforma del sistema migratorio se movía a marcha y contramarcha en el Congreso desde hace tiempo, pero el tema se aceleró de forma dramática a partir de mayo, precisamente tras la adopción de la política de "tolerancia cero" con la migración ilegal.

Esa política, definida por el fiscal general y secretario de Justicia, Jeff Sessions, determina que todos los adultos que ingresen ilegalmente al país deben ser arrestados y procesados criminalmente.

Para miles de familias, eso significa que sus hijos menores de edad son separados y retenidos en albergues dispersos por todo el país.

- Melania en la frontera -

En una muestra de la gravedad de la situación, la primera dama estadounidense realizó una sorpresiva visita a la ciudad de McAllen, en Texas, donde recorrió un albergue para niños inmigrantes que es administrado por la iglesia luterana.

"Quiero saber como podemos ayudar a estos niños a reunirse con sus familias lo antes posible", les dijo la primera dama a los auxiliares del albergue.

De acuerdo con informaciones de la oficina de la primera dama, el albergue reúne actualmente unos 60 niños con edades que van de los 5 a los 17 años, provenientes de Honduras y El Salvador.

Al inicio de la semana la esposa del presidente había causado sorpresa al apuntar en una nota oficial que el país requería un gobierno que haga aplicar las leyes pero que también utilice "el corazón".

El mensaje había sido considerado una velada crítica a su marido, el presidente Trump, por la rigidez de su política de "tolerancia cero" y la ola de indignación por la separación de niños de sus familiares.

De acuerdo con datos oficiales, entre el 5 de mayo y el 9 de junio nada menos que 2.342 niños y menores de edad fueron separados de sus familias y son retenidos por las autoridades en centros temporarios de acogida divididos por cercas metálicas que se parecen a jaulas.

La visita de Melania Trump sin embargo se vio perturbada por las imágenes que mostraron a la primera dama vestida con una chaqueta con la frase: "Realmente no me importa, ¿a ti?".

Las redes sociales ardieron y su portavoz tuvo que decir que "no había ningún mensaje oculto" en lau ropa. Aunque luego el presidente Trump afirmó en un tuit que el mensaje en la vestimenta de su mujer se refería a los medios que difunden "noticias falsas" (fake news).

- Reforma migratoria en discusión -

Trump firmó el miércoles un decreto que pone fin a la separación de familias en la frontera, pero hasta el momento no ha quedado claro como se aplicará esa decisión y cuando se permitirá la reunificación de las familias ahora separadas.

El proyecto de ley que falta por ser analizado en el Congreso refuerza considerablemente la seguridad en la zona de frontera, una exigencia de los legisladores más conservadores, pero incluye provisiones que resultan aceptables para los demócratas.

Entre esas iniciativas este proyecto determina la prohibición de la separación de familias inmigrantes y también formula una solución definitiva a jóvenes que llegaron al país siendo niños y que regularizaron su situación durante el gobierno de Barack Obama, conocidos como "dreamers".

Estos inmigrantes legalizados (que se estima suman alrededor de 700.000 en todo el país) habían quedado en un limbo legal después que el presidente Trump decidiera no renovar sus permisos de residencia.

La iniciativa hasta incluye un mecanismo para destinar recursos a la construcción de un muro en la frontera con México y pone punto final a la migración de familiares de residentes.

Por el momento, el departamento de Salud solicitó al Pentágono que se prepare para albergar en sus bases militares a 20.000 niños que entraron solos al país, indicó a la AFP un alto funcionario.